
Durante los últimos años, se nos ha dado, dentro de los diferentes cursos de formación pedagógica una relación de aquellas teorías que explican los procesos de aprendizaje de las personas; cada vez las hemos analizado y comparado entre sí, identificando sus ventajas y desventajas, sus pros y contras, lo práctico y lo impráctico en el aula. Cada una de ellas, en su oportunidad, ha servido de referente básica para los diseños curriculares educativos. Ahora, al conocer y trabajar con este nuevo enfoque por competencias, nos podemos dar cuenta que este nuevo modelo tiene mucho de las anteriores teorías educativas.
Las concepciones que he considerado se relacionan con el enfoque de competencias son las siguientes:
La teoría conductista, porque durante el proceso de formación se dirige el esfuerzo de los alumnos hacia unos objetivos de aprendizaje predeterminados, se les estimula para que investiguen y trabajen en su logro, se les revisan sus avances y se les refuerza. Se dirige su trabajo de construcción de su propio conocimiento. Se práctica el ensayo y error, con el refuerzo del docente.
La teoría del procesamiento de la información, porque en este modelo el alumno construye su propio aprendizaje a partir de las interacciones con su entorno, recibe el cumulo de informaciones y datos, las almacena y procesa, permitiéndole eso ir construyendo su propio conocimiento. Necesitamos saber cómo es que se que desarrolla todo ese proceso interno para dirigir y encaminar adecuadamente su trabajo escolar.
El aprendizaje por descubrimiento, porque uno de los elementos básicos del enfoque por competencias es precisamente su necesidad de contextualizar los aprendizajes, esto es, ubicarlos en su realidad y vayan descubriendo los principios, las leyes, la teoría en sí. Para que posteriormente pueda transferir esos conocimientos obtenidos a situaciones idénticas o diferentes. Se busca que encuentre el sentido de utilidad del conocimiento.
Del aprendizaje significativo rescataría el hecho de que los docentes debemos procurar elaborar o construir aquellas actividades que sean significativas y que les permitan ir analizando o descubriendo ellos mismos los contenidos que los lleven a resolverlas, construyendo de esa manera su propio conocimiento; claro está, tomando como base o referencia importante sus conocimientos previos.
De la teoría socioconstructivista, que es una de las más fuertes en sentido de congruencia con el modelo por competencias, porque considera al aprendizaje como un proceso social, que se sitúa en la realidad y toma como base el conjunto de conocimientos previos de los alumnos y de todos aquellos elementos o participantes en el proceso como fuentes importantes de información que le permiten construir su propio andamio de conocimientos e ir reconstruyéndolo conforme el proceso se va dando.
Tal como se ve, podríamos considerar que esta nueva concepción es una educación de todo un poco, completamente conductual y fragmentada (por módulos); pero al mismo tiempo observamos que trata de alejarse mucho de los procesos meramente conductistas y de posición funcionalistas (ser solo funcionales para ciertas cosas).
La educación basada en competencias se centra en la necesidad, estilos de aprendizaje y potencialidades individuales para que el alumno llegue a manejar con maestría las destrezas y habilidades señaladas desde el campo laboral, con esto últimamente difiero mucho, porque no debemos supeditar la educación solo a satisfacer las demandas de las empresas, ya que dejamos de lado algo muy importante para el desarrollo humano como es el avance tecnológico y científico que es lo que nos ha permitido alcanzar el nivel de bienestar que tenemos como especie.
AGUSTIN ESPIRITU ROMERO
Conalep Manzanillo
Grupo No. 22